AUTOR DEL BLOG

JOSE LUIS MARTIN LAPRESA

[Buceador DIVE MASTER PADI y Buceador 3 Estrellas FEDAS]
[Socorrista acuático por la Federación Española de Salvamento y Socorrismo]


Autora de la imagen: Nina

LO QUE PIENSAN LOS AMIGOS DE LOS BUCEADORES

Cuando hablamos con amigos "NO" buceadores podemos observar algunos errores muy extendidos sobre cuestiones relativas al buceo y llama la atención por ser en muchos casos principios básicos y elementales para la práctica de esta actividad.

En esta entrada del blog trato de recopilar algunas de estas cuestiones y dar participación a quien quiera aportar nueva información.

Como es lógico las aclaraciones que se expresan van dirigidas a los "NO" buceadores que por otra parte difícilmente estarán interesados en este blog.

En PRIMER lugar me señalan “las bombonas contienen oxígeno (100%)". Lo de bombona en lugar de botella carece de importancia, pero lo que me sorprende es que la gran mayoría sostiene que la mezcla que respira el buceador es oxígeno puro. Como respuesta señalar que en buceo recreativo la normal es respirar aire normal con una proporción del 21% de oxígeno, al igual que la composición del aire respirado en superficie de forma natural. También se pueden respirar, en la práctica del buceo, mezclas artificiales que para el buceo recreativo supone enriquecer la mezcla de aire en oxígeno, aumentando su porcentaje hasta un máximo del 40%, lo más común es utilizar lo que se denomina NITROX32 (32% de O2). Respirar oxigeno al 100% está reservado a situaciones de auxilio (atención sanitaria) por accidentes asociados a la descompresión del buceador y el suministro de oxígeno puro se realiza en superficie o hasta una profundidad máxima de 6 metros (mar). Ello es debido a que la presión parcial del oxigeno a dicha profundidad alcanza los 1,6 bares (1 bar de presión atmosférica + 0,6 bar de presión hidrostática y al ser la mezcla al 100% la presión parcial del O2 = a la presión total del gas) lo que supone un grave riesgo por toxicidad del oxígeno.

Lo de "Cámara de descompresión" en lugar de CÁMARA DE RECOMPRESIÓN O CÁMARA HIPERBÁRICA. La cámara de descompresión se entiende desde el conocimiento del NO buceador, en buena lógica, como la máquina contraria al proceso de compresión que sufre el buceador al profundizar en el mar y soportar la presión ejercida por la masa de agua que se sitúa por encima de este. Si el buceador tiene un problema como consecuencia de haber estado sometido a una elevada presión (compresión) debe ser tratado en una cámara que lo descomprima, en principio parece lógico, de ahí el error.
Técnicamente la cámara se denomina cámara hiperbárica o cámara de recompresión, es decir, se trata de una cámara capaz de crear un ambiente de alta presión para el tratamiento de los buceadores que han realizado una incorrecta descompresión en su ascenso hacia la superficie, y por ello, se ven afectados por la enfermedad descompresiva.
Una primera explicación, para los poco curiosos, diría que el buceador a medida que profundiza en el mar soporta una mayor presión lo cual supone la necesaria adaptación física y fisiológica de nuestro cuerpo. Como casi todo en nuestra vida, los cambios bruscos son agresivos mientras que los cambios progresivos suponen una mejor adaptación y minimizan los riesgos de sufrir daños en nuestro organismo. El buceador, cuando termina la inmersión y asciende hacia la superficie va progresivamente soportando una menor presión ambiental, con lo cual, su cuerpo debe, nuevamente, adaptarse a las condiciones de menor presión. Si el ascenso se realiza demasiado rápido su organismo no dispone del tiempo necesario para readaptarse y puede sufrir daños de mayor o menor gravedad. En esta situación el buceador presenta un desajuste fisiológico con daños orgánicos y para su tratamiento precisa ser introducido en una cámara hiperbárica para su recompresión. Lo que se trata es de volver a comprimir para, en condiciones controladas, devolver al buceador progresiva y en el tiempo necesario a un ambiente de presión normal, es decir recomprimir para después descomprimir de forma controlada permitiendo a su organismo una correcta readaptación.
Un poco más de información, un poco más de conocimiento. Un buceador utiliza una botella de aire comprimido para almacenar en un recipiente de 12, 15 o 18 litros una reserva de aire suficiente para poder permanecer dentro del agua el tiempo necesario para disfrutar de la inmersión, 40 a 60 minutos. Como es lógico el buceador no puede respirar directamente el aire comprimido (alta presión) necesita de un aparato denominado regulador que, en dos etapas (fases), ajusta la alta presión del aire, en el interior de la botella, a la presión ambiental a la que está expuesto el buceador, es decir, si el buceador respira a través del regulador en superficie el aire consumido de la botella se respira a la presión ambiente, exactamente igual a como lo hace cualquier persona que pasea por el puerto respirando de forma natural. Una vez que iniciamos la inmersión y el buceador alcanza mayor profundidad el incremento de presión ambiente en el mar va en aumento, es a razón de 0,1 bares por cada metro de profundidad, ello supone que, por ejemplo a 20 metros de profundidad un buceador está sometido a una presión ambiental de 3 bares (2 bares de presión hidrostática + 1 bar de presión atmosférica). A esta presión el buceador respira gracias a que el regulador nuevamente readapta la presión de salida a las condiciones de presión ambiental.
Y toda esta información para concluir lo evidente, que el buceador respira en condiciones de presión relativamente altas comparándolas con la superficie terrestre.
El aire que respiramos contiene, en números redondos y simplificando, un 21% de oxígeno y un 79% de nitrógeno. El oxígeno es utilizado por nuestro metabolismo mientras que el nitrógeno se considera un gas inerte que entra y sale de nuestros tejidos en función de la presión ambiental.
Mientras se esta buceando el cuerpo del buceador va absorbiendo nitrógeno, el cual se disuelve en los tejidos siguiendo la siguiente condición: "a mayor presión mayor cantidad de moléculas de gas se disuelven en el tejido", es decir, "a mayor presión nuestros tejidos admiten una mayor cantidad de gas inerte". Al ascender, la presión disminuye y con ello este nitrógeno debe eliminarse de forma paulatina a través de la respiración, dado que, con la disminución de la presión nuestros tejidos admiten cada vez un menor contenido en nitrógeno. La eliminación del nitrógeno debe realizarse de forma gradual sin generar enfermedad descompresiva.
Conocemos la enfermedad descompresiva como el proceso físico y fisiológico por el cual el nitrógeno absorbido durante la inmersión es liberado, en un ascenso demasiado rápido, en forma de burbujas en la sangre, bloqueando el flujo a ciertos tejidos y provocando por ello lesiones.

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